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viernes, 23 de mayo de 2014

10 LUGARES QUE PARECEN DE FANTASIA

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1. Una torre de Roca que emerge hacia el cielo.

En Estados Unidos también se encuentra la Torre del diablo, un cuello volcánico formado hace 65 millones de años popularizado en películas como Encuentro en la Tercera Fase. Este es otro lugar de una majestuosidad tan incomprensible, que los primeros indígenas de la zona  echaron mano a otra  explicación mágica para entender su surgimiento. Se decía que siete jóvenes indias eran acechadas por un gran oso en el bosque y, que al agotar todos los posibles escondites se posaron sobre una roca y empezaron a rogar al Gran Espíritu que las salvara. Fue por su obra que la roca comenzó a crecer haciéndose cada vez más alta. El oso, al ver su banquete frustrado, acometió con sus garras contra los lados de la ahora inmensa roca, dejándole profundas marcas que pueden verse hasta hoy.
Su altura es de 386 m. por encima del terreno circundante y su cumbre se encuentra a 1.558 m. por encima del nivel del mar. Esta increíble formación es visitada por muchos aventureros que cada año intentan ascender hasta su cima atraídos por un aspecto casi artificial.

2. Una Calzada de Gigantes

En la costa noreste de Irlanda del Norte se encuentra un paisaje que es conocido como La Calzada del Gigante escenario natural formado de 40.000 columnas de basalto que se formaron cuando la lava se enfrió en un proceso rápido hace apenas 60 millones de años. Este ahora Patrimonio de la Humanidad fue descubierto en 1693 y desde entonces no para de dejar atónitos a quienes lo visitan.



Tan magnífico lugar es una obra tan digna de “fuerzas sobrenaturales” que despertó su propia leyenda: se cree que dos gigantes, uno irlandés y otro escocés, enemistados desde siempre, se lanzaban piedras entre sí sin cesar. Esto hizo que se formara un campo de piedras sobre el mar. Un buen día, el gigante escocés decidió atravesarlo para enfrentar definitivamente a su adversario. Muy astuto, el otro gigante se disfrazó de bebé para despitarlo. Cuando el escocés vió el tamaño de ese niño, dedujo que el padre debería de ser el triple de grande, y decidió huir pisando las rocas con toda su fuerza, buscando hundir en el mar las rocas para que ningún otro gigante pudiera llegar a su tierra.

3. La Gran Fuente Prismática

La visión de este lugar también los dejará boquiabiertos: 
La Gran Fuente Prismatica está ubicada en el Parque Nacional.



Es una laguna de un diámetro de 80 metros por 90. Sus aguas tienen 50 metros de profundidad y lo más increíble es que varían entre los colores verdes (en invierno), rojos, naranjas (en verano) y azules producto de las bacterias pigmentadas que crecen alrededor de sus márgenes y gracias a los ricos minerales de sus aguas. Además es la fuente mayor de aguas termales en Estados Unidos y la tercera más grande del mundo.


4. Un bosque de piedra, en Madagascar.

El Bosque de piedra en Madagascar es una sucesión de formaciones rocosas (cársticas, tal su nombre científico) en variedad de grises, que se extienden sobre el horizonte maravillando nuestros sentidos al punto de parecer algo irreal, por fuera de la naturaleza.


El responsable de sus formas tan disímiles es la erosión que llevó su trabajo por miles de años formando un ecosistema tan intrincado que pudo conservarse intacto, ya que acceder al mismo es muy dificultoso. El actual Parque Nacional que contiene el área de Tsingy posee una extensión de 660 kilómetros cuadrados.

5. El mar de rocas impenetrable, en Indonesia

Otro paisaje que no parece natural sino más bien salido de la mente de un maestro de la ciencia ficción: son las montañas compuestas por miles de torres de piedra que constituyen una zona impenetrable, tanto que muy pocos se han aventurado a visitarla y permanece casi inexplorada.
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Enclavado en Indonesia, en la península de Mangkalihat, esta  masa ondulante de picos y torres de piedra caliza y bosque selvático resulta abrumador desde el aire y aún más difícil resulta recorrerlo. Es misterioso pensar que sí fue habitado en tiempos pasados, y prueba de ello es que en el lugar hay infinidad de pinturas rupestres en sus cavernas. Más curioso es que al día de hoy en la zona no se encuentra ningún tipo de infraestructura.


6. Cascadas turquesa en tierras rojizas.

Volviendo al elemento agua,  las Cascadas de Havasu en medio del Gran Cañón del Colorado, Arizona, encantarán tus sentidos.

El paisaje con el contraste entre el imponente desierto circundante, el suelo rojizo y el agua azul verdosa es una postal de una belleza poco común, casi como si no fuera de este planeta. Las catarats del Cañon Havasu  deben  su color  al elevado nivel de carbonato de calcio en el agua y por ese color  se bautizó al pueblo como “Havasupai” que significa “el pueblo del agua azul verdosa”. Recorriendo el Cañón, que sólo puede hacerse a pie o caballo ya que no hay carreteras, nos encontraremos con tres cascadas: la Navajo, la Havasu, que es la más bella, cuyas aguas  caen desde 37 metros de altura y desembocan en una piscina a la que nadie podrá resistirse a ingresar. La catarata Mooney es la tercera, un kilómetro más alejada, tiene un mirador a 64 metros de altura donde regocijar la vista con más paisajes sacados de un cuento.

7. Un púlpito de roca que parece levitar.

Siguiendo nuestra cuenta regresiva,  “el púlpito de roca” es tan asombroso que recuerda ese lugar donde llegaba siempre el Correcaminos al final de su huída del Coyote, dejándolo en esa plataforma que proponía como próximo destino sólo el más grande precipio. Si no era que antes se resquebrajaba y lo lanzaba al abismo.



 Preikestolen, en Noruega, es un lugar que no parece natural, sino sacado de un sueño. Esta gigantesca plataforma de roca de unos 25 x por 25 metros que balconea sobre el fiordo de Lyse, en Noruega, tiene una caída vertical ininterrumpida de poco más de 600 metros.

8. Una Cascada congelada

La Naturaleza se pasó de lista  con este paisaje: algunos la llaman las “cataratas más extrañas del mundo” y se encuentran en el Valle de Mitla, México. Es una vertiente petrea que se mantiene inmóvil en medio del verde exuberante que la circunda.


La mayoría de los lugareños se refieren a esta catarata congelada como “Hierve el Agua”. La misma está formada por carbonato de sodio y magnesio con vetas de azufre que han dejado a esta formación como un manantial que detuvo para siempre su marcha al borde de la colina.  El plus de éste increíble paraje es que también se puede disfrutar de las piscinas naturales en lo alto de la montaña, desde donde emana el manantial, un verdadero baño al borde de un precipicio de vértigo.

9. Colinas que parecen bombones de Chocolate.

Encantador, tan idílico que no parece natural.  Así definiría las colinas de la isla Bohol,en Filipinas. El terreno allí es una prolija sucesión de ondulaciones (exactamente 1268) que están prolijamente esparcidas  en una superficie de más de 50 kilómetros cuadrados, tan armoniosas que parecen hechas por la mano del hombre.


Para el asombro de todos, son otra obra más de la Madre Naturaleza.  Al llegar el invierno los pastizales que dan esa textura aterciopelada a estos picos redondeados, que alcanzan los 120 metros de altura, se secan, envolviendo las colinas en un tono marrón que las torna aún más atractivas, haciéndolas lucir como perfectos conos de chocolate.

10. La gruta de los ecos.

El último lugar de fantasía elegido es La Gruta de Fingal, en Escocia. Se trata de una cueva marina que se formó con el mismo flujo de lava del de la Calzada de los Gigantes. Pero en ésta ocasión, el mar agrega un efecto especial.


La imponencia de los arcos naturales de la Grata de Fingal, por los que entra el mar y los escalofriantes sonidos producidos por los ecos de las olas hacen de esta obra un lugar mágico que hay que presenciar.

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