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domingo, 1 de marzo de 2015

LOS DESTINOS ALTERNATIVOS DEL VERANO DEL 2015 QUE NO TE PUEDES PERDER

Personas refrescándose con el reflejo del agua de Miroir d'eau en Burdeos, Francia.
Combatiendo el calor en el reclamo turístico más visitado de Burdeos, Miroir d’eau. 

Burdeos, Francia

Burdeos es mucho más que un nirvana de vino tinto. La ciudad llamada ‘La Belle Endormie’ (La bella durmiente) posee una belleza incuestionable, pero también una gran actividad y esplendor.
Para disfrutar de la mezcla de su glamur neoclásico refinado, el encanto francés y ese aire contemporáneo, lo mejor es que te alquiles una bicicleta. Con el sol de verano en la espalda, empápate de las vistas y realiza una ruta alrededor de las amplias y excepcionales riberas del Garona. Y si quieres refrescarte, haz como los bordeleses y métete en las aguas reflectantes de Miroir d’eau, situado enfrente de Place de la Bourse.
Pero si lo que te apetece es escaparte del bullicio de la ciudad, alquila un coche y dirígete al norte a la región de Médoc, donde se encuentran los famosos viñedos. Luego dirígete a la costa occidental para devorar un buen plato de ostras en el bonito pueblo costero de Arcachón. Pasea por los espesos e inmaculados pinares del bosque de las Landas o vete a hacer surf al golfo de Vizcaya.
Recuerda que un viaje a estos lares no estará completo si no te adentras en el maravilloso mundo de la Gran Duna de Pilat, la mayor duna de arena de Europa, ¡con una extensión de 107 metros!

Gdansk, Polonia

La ribera histórica de Gdansk en Polonia parece sacada de un cuento.
Los edificios del paseo de Gdansk, en la ribera del río Motlawa.
Un maravilloso puerto báltico con más de mil años de antigüedad… No es de extrañar que los viajeros se despierten maravillados ante la belleza de Gdansk, el mejor destino vacacional de Polonia.
Todos los encantos de la ciudad podrás encontrarlos en el céntrico barrio de Śródmieście. Pasea por la adoquinada calle de Mariacka para llegar al moderno centro gastronómico de la ciudad, con restaurantes como Estimo Klub Aktora, uno de los locales que está a la cabeza del movimiento nouvelle cuisine.
Con la barriga llena, visita el Museo de Historia de Gdansk, situado dentro del ayuntamiento, un edificio de estilo gótico renacentista. Su grandiosidad y esplendor revela la importancia y prosperidad que tuvo la ciudad desde la época de la Liga Hanseática del siglo XIII hasta la caída histórica del comunismo en los años 80.
Los que gusten de emociones fuertes y vistas impresionantes, deben subir a lo alto de la torre del ayuntamiento, con unas escaleras que salvan la altura de los 50 metros que separan el suelo de lo alto de la torre de vigía. La vista desde allí es impresionante. Los coloridos edificios del recientemente restaurado casco histórico (‘Stare Miasto’) parecen sacados de un cuento de hadas. También podrás ver los 30 kilómetros de playa que recorren la bahía. Y visto lo visto, ¡no es ninguna sorpresa que Gdansk quiera arrebatarle a Cracovia el título de ciudad con más encanto de Polonia!

Tirana, Albania

Una mujer pasea por el centro de Tirana en un día de verano.
Tirana en un día caluroso de verano. 
Si eres de los que piensan que Berlín antes molaba más, entonces tenemos el destino ideal para ti: Tirana.
A principios de los 90, no había nadie que quisiese visitar la capital de Albania. Su población sufría la férrea mano del mandato comunista, los índices de delincuencia se disparaban y los opresivos edificios del Estado se caían a trozos. Pero hoy la capital albana no solo se ha convertido en el centro de la contracultura de los Balcanes, sino que también se ha convertido en un destino ideal para visitar en verano.
Coge un teleférico para subir al monte Dajt, dentro del Parque Nacional. Cuando vuelvas a bajar, disfruta del riquísimo y baratísimo marisco que ofrecen los restaurantes del barrio Ish-Blloku. ¿Eres de los que prefiere pescar el bocado que te llevas a la boca? Pues vete al pueblo costero de Durrës, a solo 30 minutos en coche.
El Museo Nacional de Historia y la Pirámide de Tirana, construida en honor del exdictador socialista Enver Hoxha, son los mayores atractivos turísticos de la ciudad. Pero lo que hace que valga la pena visitarla es sin duda el calor de sus gentes. Conócelos mientras bebes un dulce vino albanés o mientras te paseas por el Boulevard de los Mártires de la Nación, donde encontrarás edificios posmodernos de estilo otomano, italiano y fascista, muestra de la gran mezcla cultural de una ciudad con tanta historia.

Seattle, EE. UU.

Una mujer atiende a unos clientes en un abarrotado mercado de Seattle.
Píllate lo que te apetezca comer en el mercado Pike Place Market. 
La ciudad de Seattle es famosa por la lluvia, por el viento y por tener el nevado monte Rainer de fondo, a poco más de 80 kilómetros. Pero si la visitas entre julio y septiembre, el panorama cambia. En esa época podrás disfrutar del calor, de un cielo azul y de los verdes bosques, que gracias a toda la lluvia del invierno, ahora están en plena floración. De hecho, a Seattle se la conoce como la Ciudad Esmeralda.
Pero además de su impresionante naturaleza, esta pintoresca ciudad del noroeste del Pacífico destaca porque marca el ritmo cultural de Norteamérica. Entérate de qué es lo último que se cuece en el arte contemporáneo y visita la mejor galería del barrio University District Henry Art Gallery, antes de adentrarte en el centro y visitar el famoso mercado Pike Place Market. Aquí podrás hacer un montón de cosas rodeado de cajas, de buena cocina y de proyectos de ideas innovadoras.
Tómate un café en la original Starbucks del mercado, observa cómo los elegantes pescaderos lanzan la captura del día por encima de tu cabeza y devora la sopa de marisco del legendario restaurante Pike Place Chowder.
La movida en Seattle despierta por la noche y sale en busca de la música perfecta. Da igual si buscas música electro experimental, una pequeña banda de jazz o el próximo grupo grunge que lo petará al año siguiente, el folk amable del local Café Racer hará que te sientas como en casa.

Ereván, Armenia

Una panorámica de la Cascada de Ereván en un día de verano.
Foto del monumento la Cascada de Ereván.
Ereván, una de las capitales más antiguas del mundo y que más veces ha sido invadida, es una ciudad con un pie en el pasado, pero otro anclado firmemente en el futuro.
Vive la antigüedad con un paseo matutino alrededor de las ruinas de la fortaleza de Erebuni construida en el 700 a.C. Luego, tómate un café con aroma de cardamomo en una de las modernas cafeterías que rodean la Plaza de la República en el centro de la ciudad. La plaza está diseñada por el ruso Alexander Tamanyan, un pionero neoclasicista, quien en 1924 se fijó el objetivo de rediseñar Ereván y convertirla en la ciudad más “perfecta” del mundo. Esta plaza está considerada como el mejor ejemplo arquitectónico de la era soviética.
Si quieres algo más futurista, el restaurante Dolmama de la calle Pushkin ofrece un menú moderno, donde reinterpreta los platos típicos de la gastronomía armenia oriental.
Después visita la legendaria licorería Ararat Brandy, un orgullo nacional. No te pierdas la destilería, el museo y la degustación de este dulce néctar que fue una de las bebidas preferidas de personalidades como Agatha Christie, Winston Churchill y Frank Sinatra.
Cuando acabes la visita en la destilería, no te olvides de comprar una botella de esta dulce bebida. Ahora dirígete a la Cascada de Ereván, siéntate en sus escaleras y contempla el atardecer del verano euroasiático… ¡no puede haber nada más romántico!

Maputo, Mozambique

Un entramado de flores de color fucsia situado frente a la costa de Maputo.
Maputo, Mozambique. 
Coge un poco de Río de Janeiro, añádele un toque de La Habana y Lisboa y mézclalo todo en Mozambique, a orillas del océano Índico, y obtendrás Maputo, una de las capitales más atractivas y con mejor clima de África que puedes visitar durante el verano.
La población se concentra en una pequeña zona urbana, con amplias avenidas dominadas por edificios de la antigua época colonial portuguesa, frondosos jardines diseminados alrededor de bloques de viviendas de estilo marxista y nuevos rascacielos. Es un batiburrillo, sin duda, pero funciona, especialmente en los ajetreados días estivales. Destaca por encima de todo la energía de sus habitantes y su gastronomía, con recetas piri-piri (palabra africana que significa picante) del continente negro fusionadas con picante latinoamericano.
Después de pasear por las calles de la ciudad, solo querrás descansar en una de las magníficas playas de la isla  Xefina Grande, situada a solo 30 minutos en barco desde el puerto de la ciudad. Y si quieres ponerle la guinda al pastel, no te olvides de pedirte un cóctel caipirinha con toques cítricos.

Montreal, Canadá

Un mural callejero surrealista del festival público de arte de Montreal, MURAL.
Festival MURAL, Montreal. 
Ser la sede del festival de jazz más prestigioso del mundo es solo la punta del iceberg cultural que ofrece Montreal cada verano. La temporada empieza en junio con el festival MURAL, uno de los más importantes festivales de arte público y gratuito, con más de un millón de visitantes que se desplazan desde todos los rincones del mundo para ver los murales callejeros que los artistas han creado en los barrios de la ciudad.
Además del festival también puedes adentrarte en la naturaleza visitando el parque Parc du Mont-Royal. Diseñado por el mismo arquitecto que ideó el Central Park de Nueva York, Frederick Law Olmsted, este enorme parque dentro de la ciudad alcanza su máximo esplendor en verano, con rutas para pasear repletas de flores y con vistas del paisaje urbano que no tienen rival. Lo mejor que tiene son los Tam-Tams, un desfile espontáneo de tamborileros que se reúnen bajo la estatua de George-Étienne Cartier cada domingo para una potente actuación de baile y percusión.
Otra razón para visitar la ciudad más multicultural de Norteamérica en verano es disfrutar de la mejor gastronomía francocanadiense, que recibe influencias de los inmigrantes escoceses, griegos, italianos y haitianos que han hecho de Montreal su hogar con el paso de los años. La ciudad está plagada de grandes restaurantes, pero el más animado, y que es un orgullo para la comunidad, es el restaurante Joe Beef en el barrio de Little Burgundy. No te olvides de reservar con antelación y conseguir una de las mesas de su terraza de verano, llena de hierbas aromáticas, especias y verduras que pasan directamente de su huerto a tu plato.

Bogotá, Colombia

Las coloridas casas del barrio de La Candelaria en una calle de Bogotá.
Las alegres casas coloniales de La Candelaria, Bogotá.
Con una población que supera los 7 millones y medio de habitantes, la enorme metrópolis de Bogotá representa a la perfección el batiburrillo cultural, histórico y gastronómico de Sudamérica, pero sin dejar de lado la esencia colombiana, inimitable y electrizante.
Empieza la ruta dirigiéndote a La Candelaria. Sus calles adoquinadas te enseñan la mejor Bogotá histórica. También podrás ser testigo de las riquezas del Museo de la Esmeralda (el producto de exportación colombiano más lujoso), así como de los bien conservados edificios de la conquista española, como la iglesia barroca de San Agustín, que tiene un aspecto maravilloso a pesar de sus 400 años de antigüedad.
Corretea por las estrechas, pero acogedoras calles hasta llegar al frondoso Parque de la 93 en el barrio de Chapinero, un barrio que destaca por su elegante vida nocturna, las tiendas de ropa alternativa y las numerosas cafeterías con café del terreno. Es una zona verde ideal para relajarse, tomar el sol y contemplar los Andes en el horizonte.

Yunnan, China

El Yangtsé discurre por las tierras de la provincia de Yunnan.
El primer meandro del río Yangtsé a las afueras de Lijiang, Yunnan. 
La provincia de Yunnan, con frontera con Birmania, Laos y Vietnam, es famosa por su población dispar. Se han registrado 25 minorías en la zona, cada una con su propia gastronomía, costumbres, religión, idioma y modo de vestir. Si decides pasar tus vacaciones en este entorno agrícola de paisaje rural, no solo puedes disfrutar de unos agradables y estimulantes días de verano, sino que puedes vivir de primera mano toda la energía que un país como China puede ofrecer hoy en día.
La mayoría inicia su ruta en la capital de la provincia, Kunming, que consigue mantener esa atmósfera de tranquilidad y de sabores tradicionales, a pesar de la cada vez más frecuente llegada de visitantes internacionales y construcción de complejos turísticos.
Pero olvídate de la capital porque el auténtico encanto de Yunnan se encuentra en los pueblecitos que hay a su alrededor, en el norte y en el oeste. Rodeado de montañas, el curso del río Yangtsé, con los arrozales y la Garganta del Salto del Tigre situada a las afueras de Lijiang, es una zona fantástica para explorarla a pie.
Acaba tu viaje dirigiéndote hacia el sur, a Xishuangbanna, la única reserva natural de bosque tropical de China. Es un lugar realmente mágico, lleno de relajantes balnearios, deslumbrantes pagodas budistas y una cueva tropical llamada Mengyuan Fairyland, donde la temperatura se mantiene a 21 grados durante todo el año.

Catania, Italia

Una pareja cruza una calle en Catania, mientras pican algo.
Una calle con edificios barrocos de Catania. 
No se puede negar que los habitantes de la segunda ciudad más importante de Sicilia tienen mucho valor. Situada a los pies del volcán activo más grande de Europa, Catania quedó reducida a cenizas por una erupción de lava del volcán Etna en 1669, y golpeada de nuevo por el terremoto que asoló Sicilia en 1693.
Pero por suerte, Catania se recuperó. El centro de Catania no solo ha recibido el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, sino que la ciudad se erige con orgullo como una de las mejores alternativas turísticas a la saturada Palermo.
Pasea por la decadente Piazza del Duomo del centro de la ciudad para hacerte una idea de la importancia que esta regia provincia tenía y contempla sus edificios barrocos. Después tómate un expreso y sigue los negros edificios de piedra volcánica hacia la parte oriental de la ciudad, donde se encuentra la famosa lonja de pescado de Catania, donde podrás disfrutar de los frutos de la costa del mar Jónico.
Si te agobias del ajetreo de la ciudad y necesitas tomarte un respiro, vete a La Playa, una extensión de playa de arena situada al sur de la ciudad o recorre en coche la espectacular costa de roca volcánica, Riviera dei Ciclopi, que podrás encontrar a solo 20 minutos en dirección norte.

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